Batman de Christopher Nolan se ha convertido en una referencia de prestigio para el cine de superhéroes contemporáneo. Nolan propone un discurso crítico sobre la respuesta occidental a los atentados del 11S y a la crisis financiera de 2008, entre otros sucesos relevantes de la primera década del siglo. Y lo hace con la espectacular narrativa audiovisual propia de esta clase de producciones.
El héroe de Gotham se mueve así en un ámbito alegórico, donde villanos como el Joker representan el miedo y la ansiedad propios de un mundo en el que se han roto para siempre los lazos con la modernidad.