Lo único que Ryder Caldwell quería era ser el protector de Melanie Duncan, hasta que esos sentimientos se convirtieron en algo más poderoso, obligándolo a romper su relación para no cometer un error.
Pero ¿cómo podía haber imaginado que su rechazo enviaría a Melanie a los brazos de su hermano y que el resultado sería una niña?
Diez años más tarde, Melanie, la mujer a la que nunca había olvidado, había vuelto a casa.
Y, de repente, el buen doctor entendió que lo que había buscado durante toda su vida estaba de nuevo a su alcance.