En Matarte lentamente hay gente que mata o que desearía matar. Quizá porque sus vidas ya han saltado antes por los aires. ¿Qué tienen en común una detective harta de su pareja, un alcohólico cuyo hijo sufre una grave enfermedad, una adolescente desorientada o una mujer que llega a la ciudad con el estómago lleno de cocaína?... Su intemperie.