Muchas veces me preguntaron cómo inventaba mis teorías, de dónde sacaba las ideas y cómo me las ingeniaba para simplificar las cosas más complicadas. La respuesta es sencilla. Siempre he dicho que hay que intentar las cosas noventa y nueve veces para tener éxito a la que hace cien.
Siempre me agobió la popularidad. Me consideraba una persona tranquila, amante de su trabajo y de la paz mundial, y nunca me acostumbré a la avalancha de los...