Pocas figuras hay en la antigüedad clásica que despierten, como la de Cicerón, tan amplias resonancias en nuestra cultura. Su originalidad residen en que supo hallar el punto de unión entre la libertad del pensamiento griego y el sentido del orden y de lo social que caracteriza al romano. Prueba de ello son sus obras Del sumo bien y del sumo mal y Los oficios. En época posterior, Séneca asumió como filosofía la doctrina moral del estoicismo. En este volumen aparecen De la providencia, De la clemencia, De la brevedad de la vida, De la vida bienaventurada y De la tranquilidad del ánimo.