César Valverde lo tenía todo. Era guapo, inteligente y un solterón empedernido. Pero su adorado padrino enfermó y César sabía que le daría una alegría a Jasper si se casaba, preferentemente con Dixie Robinson. Aunque, quizás, una inocente ficción sería suficiente...
Bajo los amplios jerseys de Dixie, César descubrió una mujer sensual y no pudo evitar hacerle el amor. Así, en el curso de una semana, su novia en la ficción se convirtió en su mujer en la realidad y, sin que él lo sospechase, en la madre de su hijo.