Cuando la ejecutiva financiera Sophie Messina vio interrumpido su fin de semana por un vecino amante de las chapuzas caseras, se enfureció y subió para quejarse. Pero su reacción ante el increíble Grant Templeton la sorprendió, porque ese hombre era pura tentación.
La preciosa adicta al trabajo desconcertó totalmente a Grant, un exarquitecto. No sabía de dónde procedía esa violenta ambición de Sophie, pero sí sabía lo destructiva que podía ser. Su mantra aquellos días era "Vive el momento", y estaba convencido de que si conseguía que Sophie se relajara, podrían compartir momentos inolvidables.