Soy Adriana Niño de Rivera Mejía. Nací prematura, de seis meses y medio, me alimentaron a través de una sonda, llegué a pesar 800 grs., pasado el tiempo me fortalecí, me aferré a la vida. La lucha de vivir con fibromialgia es larga, intensa e incierta. No se cura, pero hay maneras de estar mejor. Me considero resiliente. Los resilientes sabemos de hábitos, de recursos y herramientas insospechadas, pero sobre todo de actitud. Recuerden que en la vida hay de dos: o te das por vencido… o sigues adelante. Si yo pude, cualquiera puede".