Alex MacKinloch se había convertido en el jefe de su clan y en un tiempo tan oscuro e incierto había conseguido unir a su pueblo. Sin embargo, la relación con su esposa le estaba resultando mucho más difícil. Y cuando descubrió que Laren había estado ocultándole cosas, no pudo contener por más tiempo la frustración que sentía.
Hacía mucho que Laren había olvidado los placeres del lecho marital, sin embargo, en la mirada de su esposo había cada vez más deseo…
El poderoso guerrero escocés parecía haberse propuesto volver a seducir a su mujer…