Sabin, atado al demonio de la Duda, destruía sin querer a todas sus amantes. Por esa razón, el guerrero inmortal se pasaba la vida en el campo de batalla en vez de en el dormitorio. La victoria era lo único que le interesaba… hasta que conoció a la tímida Gwen. Gwen, también inmortal, siempre había pensado que se enamoraría de un humano que no despertara su lado oscuro. Pero cuando Sabin la liberó de la prisión, combatir a sus enemigos por conseguir la caja de Pandora no sería nada comparado con la batalla en la que ambos se enzarzarían....