Damon pensaba que Emma era solamente una coqueta y no creía en su amor. Se resistía a perder su dignidad por una mujer que tal vez no fuera sincera.
Emma sólo sabía que ahora lo necesitaba más que nunca. El amor que había sentido por él cuando tenía diecisiete años no había muerto; al contrario, se había acrecentado. Ahora, su amor por Damon era el de una mujer, no el de una alocada adolescente. ¿Cómo podría hacérselo entender?