Alie se había reído de él, lo había insultado, pero aun así parecía que iba a tener que soportar a Drake Mardsen como su acompañante oficial. A él le habían encargado que la cuidara durante un importante trabajo que ella tenía que hacer en Rusia y se negaba a separarse de su lado... de día o de noche.
Drake se había tomado muy en serio ser el guardaespaldas de Alie, aunque realmente pensaba que el lugar más seguro para ella era su cama… muy cerca de él.