Lo vi crecer y se convirtió en algo oscuro, en algo que decían que era diabólico.
Lo que el mundo no sabía era que me gustaba entonces más.
No es como un príncipe azul ni mucho menos. Todo lo que él toca es pecado y todo lo que yo sé es que he estado enamorada de él desde que éramos unos niños.
Pero él se marchó y desde entonces me convertí en humo.
Ahora ha regresado.
Sé que me necesita, siempre me necesitó. A la luz del día es hueso y cicatrices, en la oscuridad me dice que estoy corrompida por él.
Pero se equivoca. Todavía podemos destruirnos.
¿Finalmente dejaré que me quite las capas de perfección para llegar a mi alma podrida y marchita?
Tal vez.
Idiota:
Dicen que está corrompida, espero que por mí.
La amé desde niño y rompió mi corazón, ahora yo la romperé a ella.