Atender a las personas en situación de pobreza es uno de los retos de una sociedad cada vez más fracturada, un reto fundamental para quien quiera vivir la vida desde la experiencia del Evangelio. La autora nos ayuda a reflexionar sobre la imprescindible calidad de esta atención y también sobre el papel de las entidades públicas y sociales para que esta atención sea promoción real de las personas y no cree dependencias. Las causas de la pobreza son políticas, nos dice Pilar Malla. Y por ello, junto a la atención a las personas, hay que trabajar para erradicar la pobreza desde el punto de vista social, económico, educativo, sanitario... Hacer política en el sentido más noble de la palabra.