Nelson Serrano Sáenz es el prisionero más longevo del corredor de la muerte en los Estados Unidos de Norteamérica. Fue acusado de un crimen cuádruple que se produjo en diciembre de 1997 en la ciudad de Bartow, Florida. En 2002, lo secuestraron en su país, Ecuador, lo encerraron durante la noche en una jaula para perros y lo trasladaron sin documentos en un vuelo comercial a Miami. Fue juzgado y sentenciado sin pruebas a cuatro penas de muerte. Hoy, después de dieciocho años de estar recluido a la espera de su ejecución, se han descubierto nuevas evidencias que se ocultaron o se desestimaron de forma deliberada durante el juicio.
Oscar Vela consigue una tremenda novela de no ficción, a la manera de
A sangre fríade
Truman Capote, documentando un crimen y un proceso que hasta el día de hoy no han sido esclarecidos y que, a decir del narrador, aún no llega a su fin.