Anne Levis era una azafata de vuelo que vivía una existencia feliz y tranquila, hasta que un día, en la ruta París-Londres que hacía todas las semanas, se encuentra con una insistente mirada de un hombre que, acompañado siempre de una mujer, no deja de observarla. La sigue en Londres y en París, le envía rosas, y ella sigue sin saber quién es. Inquieta y abrumada, una noche se lo encuentra y sus ojos se clavan en su mirada como un imán.