“El Niño de las Maravillas de Emmet Fox”, comentado por Rubén Cedeño, trata –nada más y nada menos– de la realización de la Divina Presencia de Dios dentro de cada ser humano, de forma no teórica ni conceptual, sino de una manera vivencial, simple, fluida, hermosa, sugestiva y cautivadora, partiendo del análisis de los párrafos más brillantes escritos por el profeta Isaías. Es una obra de pequeñas dimensiones pero de un larguísimo y profundo alcance espiritual.