El legado mágico que habían heredado de sus antepasados los hacía muy especiales…
Nash Kirkland era un escritor al que le gustaba investigar personalmente sobre los temas que escribía. Y esta vez el tema eran las brujas. Le habían dicho que Morgana Donovan era una de ellas y ésta accedió a ayudarlo.
Nash nunca creyó que Morgana fuera lo que decía ser, aunque poco a poco fue cayendo bajo su embrujo... Él nunca había confiado en los sentimientos, cómo iba a fiarse ahora de que la pasión que los consumía fuera auténtica y no un subterfugio de aquella mujer…