Terminada la Gran Guerra, Gillian Maitland debía casarse con un hombre lobo elegido cuidadosamente por su padre para preservar así la pureza de su linaje.
Pero aún no había conseguido olvidarse de Ross Kavanagh, el americano que había conseguido despertar en ella una pasión prohibida y desconocida hasta ese momento. Y, cuando Ross reapareció inesperadamente en su vida, comprobó que ya no era el joven que ella recordaba, sino un ex agente de policía con un oscuro secreto.
Ross Kavanagh, tras descubrir que tenía un hijo con Gillian del que no sabía nada, decidió que debía demostrarle su valía, a pesar de no ser un hombre lobo de pura raza como ella. Pero una misteriosa serie de asesinatos lo apuntaba a él como presunto culpable y se vio obligado a elegir entre su sentido de la obligación y el deseo.
Gillian sabía que no le convenía dejar que Ross entrara de nuevo en su vida, pero la pasión que los había unido en el pasado regresó con más fuerza que nunca.