Esta pieza dramática construye una denuncia de la violencia contra las mujeres de diversa época y en latitudes distintas; asentada en la historia, la mitología y la vida cotidiana, por el sólo hecho de serlo.
Su estructura en 10 escenas provoca un dinamismo expositivo y estilístico, mientras va hilando aspectos hirientes -algunos lamentablemente reales-, que bajo su título irónico grita a todo pulmón: ¡ya basta!