Gran parte del diálogo teológico de las últimas décadas se ha centrado en lo que el cristianismo puede aprender de otras tradiciones religiosas. El cristianismo, religión minoritaria en la mayoría de los países asiáticos, se ha visto obligado, más que en la mayoría de los demás continentes, a reflexionar de forma autocrítica sobre lo que tiene que ofrecer y cómo debe relacionarse con otras religiones y con la cultura secular. En esos aspectos, tiene mucho que ofrecer al resto del mundo teológico. Con las historias de Jesús como historia del Reino de Dios reflejadas en las historias de las culturas asiáticas, volveremos a reexaminar la teología cristiana con una nueva mirada.