No confíes ni en tu sombra. Nadie es lo que aparenta.
Luego de arruinar los planes del terrible asesino de ferronatos (y romper varias leyes fae en el camino), Arlo sólo quiere un verano tranquilo, por lo que acepta hospedarse en el palacio Seelie de Verano. Aunque nadie confía en la reina Riadne, Arlo no va a dejar pasar la oportunidad de convivir más con Vehan y Aurelian. Además, si logra relajarse quizá también pueda ordenar sus sentimientos por la hermosa exfuria Nausicaä.
Sin embargo, sus planes peligran ante la sospecha de que alguien está tratando de invocar a los míticos Siete Pecados Capitales. El ambiente se vuelve más tenso con la inminente llegada del solsticio de verano, pues todos en el reino están convencidos de que Riadne desafiará al sumo rey.
Si los rumores son ciertos, Arlo tendrá que tomar una decisión que no sólo afectará el destino del reino Mortal, sino que podría condenarlo a un final tan devastador que ninguna de las Cortes ha visto jamás.