Cuando Alejo Carpentier abandonó Cuba con destino a Francia, huyendo de la dictadura de Gerardo Machado, se convirtió en mediador entre dos mundos, manteniéndose al tanto de Cuba y sumergiéndose en la Vanguardia europea.
En ese contexto estableció con su madre un circuito epistolar que Lectorum trae, sin precedentes, mediante estas
Cartas a Toutouche, donde el escritor se muestra como un ser humano que recorre un camino de profunda evolución que lo llevaría a trascender en la historia de la Literatura Universal.