El fotógrafo Liam Quinn no podía creer que le fueran a pagar por espiar a una sospechosa de desfalco. No tardó en darse cuenta de que alguien le había tendido una trampa a aquella mujer y estaba seguro de que era completamente inocente...
Las cosas no le podían ir peor a Eleanor Thorpe: no conseguía encontrar empleo, acababan de abandonarla una vez más y ahora parecía que alguien quería verla muerta. Sin embargo, el sol comenzó a brillar con la aparición de Liam Quinn.