Imperceptible a nuestros ojos; ella aguarda, silenciosa y cruel, a que nuestro cuerpo desfallezca en el último latido que nos roba para siempre el aliento. Nos envuelve y abraza entre su velo negro para arrebatarnos de la tierra que nunca pudimos hacer nuestra y sumirnos en terroríficos sueños eternos. Estos relatos están plagados de agonía, una agonía causada por la enfermedad, la locura o por la selva misma. Horacio Quiroga, cuentista uruguayo conocido por sus cuentos sobre la selva y sus relatos de terror, no solo nos habla la muerte, también nos presenta en este compendio de cuentos los fatídicos instantes que la preceden.