Las erratas son los detalles que se nos escapan en el transcurrir de los días y que, si son revelados, le dan la vuelta a la rutina. La lista de anécdotas —o gazapos de la supervivencia— que encontramos en este libro nos llevan por los vericuetos de la vida diaria: los oídos sordos de la divinidad, el ensimismamiento y egoísmo de los seres humanos, la inercia de la cotidianidad.
En
Fe de erratas, Édgar Velasco nos pone frente a situaciones incómodas, desde cómo recuperar las cenizas dispersas del padre, la inoperancia de una oficina de impartición de justicia, la pederastia vengada —¿inconscientemente?—, hasta la violencia del otro que es al final nuestra violencia, la de nuestros actos y nuestros deseos.