Escribir es difícil y se complejiza si se tiene en cuenta qué es lo que se escribe y con qué objeto. En ese sentido, este libro de poesías no es la excepción. A manera de ditirambo, las líneas de este prólogo buscan ser una provocación para la lectura de este poemario y, con ello, para entrar en diálogo con la sensibilidad de cada uno.
La poesía puede ser entendida de muchas maneras. La rima, el sentido, el estilo, la métrica, son algunos aspectos que nos permiten percibirla. Pero también está la vida misma como terreno propicio para su emergencia, en la cual hay puntos de encuentro con lo bello, con lo triste, con lo casual, con lo fundamental.