Ahora más que nunca la reflexión sobre el arte se percibe inminente, y lo es porque el sentido mismo se ha evaporado, ha perdido su antigua pertinencia.
«Hacer por hacer –nos dice Chantal Maillard– no produce más que insatisfacción.»
La gran desventura de los tiempos actuales es esa insatisfacción: cuanto más se expande el mundo de la comunicación más crece el hueco interior. La propuesta de
La baba del caracol se encamina hacia un concepto actualizado del poetizar que lo engloba todo: la voz, la música, el aliento, la vibración… Un armonioso hacer-se, crear-se, existir-se.