Publicada en 1913, "Los argonautas" es una novela diferente si tenemos en cuenta la trayectoria de Vicente Blasco Ibáñez. Es diferente en primer lugar porque el autor abandona por un momento la lucha política y social, y se entrega por completo al intento creador de belleza, a la composición literaria, a la creación de una novela sin mayores pretensiones que las de transmitir ciertos sentimientos.
El autor narra en esta hermosa y emocionante novela esas dos semanas durante las que, encerradas en el transatlántico, vidas distintas se entrecruzan, coinciden y se oponen. Un viaje lleno de voluntad y de esperanza para millonarios europeos y nuevos ricos americanos, o para tristes emigrantes italianos y españoles que sufren vejámenes y transformaciones apoyados en la ilusión.
La obra se adscribe al género del naturalismo —esa corriente iniciada por Emile Zola— que trataba de captar la realidad con una voluntad documental, hasta su más mínimo detalle.