'Memorias de un proctólogo' no es un libro soez pero sí escandaloso. La autora desconoce la corrección política y atenta contra los conceptos más sagrados: desde la maternidad y el matrimonio hasta Santaclós y los derechos de los pacientes. Un valiosísimo testimonio de una época y de una ingrata aunque necesaria profesión, pero, sobre todo, como una ventana hacia el sagrado receptáculo del cuerpo humano.