Alex Marrin sabía que Eric, su hijo de siete años, deseaba con todo su corazón que aquellas Navidades fueran perfectas... tal y como solían serlo antes de que sus padres se divorciaran. Tanto lo deseaba que había llegado a pedírselo a Papá Noel. Pero cuando la guapísima Holly Bennett apareció en su puerta, Alex no supo si aquella mujer era la respuesta a las oraciones de su hijo... ¡o a las suyas!