Mientras Andreus vive obsesionado por lo que hizo para conseguir el trono, descubre que su sueño de gobernar es solo una ilusión. La gente ama a su gemela muerta más que nunca y los Ancianos lo tratan como una figura decorativa vulnerable a los ojos de sus rivales. Sin embargo, a pesar de lo que sucedió durante las Pruebas, Carys está viva. Exiliada en el desierto, lucha por vencer los efectos persistentes de las lágrimas de medianoche y por controlar los poderes que se han liberado dentro de ella. Y a medida que se fortalece, también lo hace su convicción de que debe regresar al Palacio de los Vientos, enfrentar a su gemelo y erradicar la traición que comenzó mucho antes de que comenzaran las primeras Pruebas.