Suele desconocerse que, casi con sesenta años, el escritor César M. Arconada, uno de los renovadores de la narrativa y las vanguardias, pionero de la rehumanización de la literatura y el arte, afrontó un viaje de miles de kilómetros para documentar y escribir una crónica sobre la China en conmoción de Mao Tse-tung y la vida en ciudades como Yenán, Pekín, Shanghái, Sian o Cantón y sus zonas rurales.
El resultado fue este documento periodístico y literario inédito hasta ahora en el que se entremezclan leyendas y sabiduría popular, artesanía y modos de producción, costumbres y paisajes desde una visión de la realidad humana y social del gigante asiático singular e inesperada, que resitúa y agranda la figura del autor en el contexto de la generación del 27.