Tolstoi dijo que "el secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que quieres, sino querer siempre aquello que haces". Como él, muchos otros se han preguntado por la "receta" de la felicidad, sorteando trampas y espejismos.
En este viaje interior, el autor nos presenta personajes realmente felices que han marcado su existencia, concluyendo que solo alcanzan esa aspiración aquellos que saben amar. Los momentos del corazón, de alegría intensa, son los que se comparten con los seres queridos, aceptando el sufrimiento, imitando a Jesucristo y dejando atrás todo egoísmo.