Una noche la admiración que Jenessa sentía por el millonario Bryce Laribee se había convertido en pasión... pero en cuanto él había descubierto que era virgen, había huido...
Jenessa había cambiado tanto, que a Bryce le costó reconocerla; pero en cuanto lo hizo, ya no pudo pensar en otra cosa que en el ardiente encuentro que habían compartido doce años antes... Ahora debían terminar lo que habían comenzado entonces. Pero Jenessa tenía un par de secretos: seguía enamorada de Bryce... y seguía siendo virgen.