Kathryn sabía que Joel Kendrick era el hombre más sexy que había conocido nunca, aunque también sabía que no estaba interesado en tener una relación estable. Pero ella no huía de los desafíos, y cuando Joel empezó a flirtear, ella le devolvió la pelota.
Solo que el inocente coqueteo de Joel se convirtió en deseo verdadero, y el de Kathryn, en amor. En su apasionada aventura, ella escondía sus sentimientos porque sabía que Joel no creía en el amor. Por eso se quedó asombrada cuando de repente el soltero de oro le pidió que se casara con él...