Todos aspiramos a la felicidad. Es la gran meta del ser humano, y a simple vista parece que la felicidad no debería ser tan imposible de conseguir, pero la felicidad se nos sigue escapando, cuanto más la perseguimos, más se aleja de nosotros, y es que quizá la clave sea que no tenemos que correr detrás de ella. Tenemos en nosotros el mejor recurso para ser lo más felices posible. Podemos venir al mundo con limitaciones, pero estamos llenos de posibilidades. De una u otra forma podemos ser excelentes.