En la costa del Océano Índico, Zeca Perpetuo, un pescador entrado en años, es vecino de Dona Luarmina, una mujer también mayor. Amigos, vecinos decentes, van rompiendo la distancia hasta que Zeca descubre en un descuido quién es Luarmina. A partir de ahí se desencadena un hilo de flashbacks que cambia todo. Los recuerdos no son recíprocos, por supuesto, pero sí implican un viaje a la infancia y al deseo.