Antífona es un poema místico sobre Dios encarnado en el ser humano de Jesús de Nazaret para convertirse en el Cristo del tiempo y de más allá del tiempo.
Las estrofas son tan irregulares como la existencia, tan abstractas como el misterio, casi siempre tan ásperas como el desencuentro. La fraseología de los versos intenta simular la sensación de estar caminando por el pedregal del desierto, de climatología extrema, prometiendo la belleza desnuda a quien no busque refugio en las convenciones.
Existencialmente, Antífona es una población de poemas que no terminan de encajar entre sí del todo, como países con fronteras sísmicas; un territorio lírico donde cohabitan Jesús, María, la Magdalena y el resto de apóstoles, con Juan el Bautista; todos en medio de un mundo salpicado muy a menudo por la fragilidad inherente a los seres perdidos, iluminado en ocasiones por la grandeza que sutilmente enraíza en lo pequeño, e imperecederamente abierto a la esperanza de redención.