Las revoluciones industriales originaron multitud de avances tecnológicos y uno de los más revolucionarios fue la invención del teléfono de masas.
Alexander Graham Bell (1847-1922), científico, inventor y logopeda escocés, es mundialmente conocido por contribuir a la popularización de la comunicación telemática. En 1876 patentó el teléfono en Estados Unidos y, a través de su compañía, implantó el teléfono como medio internacional de comunicación de masas.
Su figura sigue siendo polémica, sobre todo, después de que la Cámara de Representantes de los Estados Unidos reconociera en 2002 la invención del teléfono a Antonio Meucci, en lugar de a Bell. En cualquier caso, las aportaciones de Bell a la investigación de los aparatos de fonación y locución y a la difusión del teléfono son indiscutibles.