Clayton Worth estaba dispuesto a rehacer su vida casándose con una mujer que pudiese darle un heredero. Sin embargo, un año de separación no había matado el deseo que sentía por Trish, que pronto sería su exmujer.
Trish había vuelto al rancho, tan impredecible como siempre y como madre de una niña de cuatro meses, a pesar de que su negativa a darle hijos era lo que los había separado. Ambos creían que todo había terminado entre ellos... pero sus corazones tenían otras ideas.