El gobierno corporativo, entendido como la forma como se dirigen y se controlan las empresas, constituye uno de los aspectos fundamentales para la perdurabilidad y competitividad de las organizaciones. Por esta razón, subyace al derecho societario, particularmente a la regulación básica para el funcionamiento de los órganos societarios y de la responsabilidad de quienes los componen, un entorno de relaciones que han sido ordenadas en su mayoría dentro de marcos autorregulatorios, estándares globales y locales, necesarios para garantizar la confianza en los mercados, evitar crisis sistémicas y promocionar la competitividad de las economías.