Cuando Liz se trasladó a vivir a un tranquilo pueblo en España, no esperaba que su vecino fuera el playboy Cameron Fielding...
La casa de Cameron era un continuo desfilar de visitantes femeninas, por eso a Liz la sorprendió tanto enterarse de que estaba pensando casarse... ¡con ella! Se trataba de una proposición práctica... pero la luna de miel les demostró que su matrimonio podía ser muy apasionado.