Los recuerdos de una noche de verano de hacía muchos años, en que con toda la provocativa inocencia de la juventud se coló en la habitación de su hermanastro, descubriendo el amor y la felicidad, aún perturbaban a Laura Neill.
Tras marcharse de su casa, al creerse traicionada, Laura no había regresado desde hacía ocho largos años. ¿Podría encontrarse cara a cara con Oliver, sin confesarle el apasionado amor que todavía sentía por él?