Abandonada ante el altar, Isla Kendrick se enfrentaba a un terrible dilema: perder la empresa familiar o casarse con el cruel magnate que quería adueñarse de ella. Ya vestida de novia, dijo «si quiero» contra su voluntad.
Orion North deseaba la compañía de Isla… y a ella. Así que, para huir del escándalo causado por la boda, se la llevó a una lujosa casa de su propiedad en Islandia, donde el mutuo deseo pronto los condujo al dormitorio. Pero debido a la tragedia que Orion había sufrido en el pasado, tal vez la pasión no fuera suficiente para derretir el hielo de su corazón.