La extraordinaria proposición del italiano: "Cásate conmigo o lo perderás todo".
A Isabella Byrne se le acababa el tiempo. Disponía de veinticuatro horas para casarse. Si no lo conseguía, perdería su herencia.
El protegido del padre de Isabella, Andrea Vaccaro, magnate hotelero, sabía que ella no podía rechazar la propuesta de una unión temporal.
Iban a firmar el contrato aquella noche, con una boda. Pero, teniendo en cuenta su mutua atracción, ¿podía Isabella correr el riesgo de acostarse con él?