Tras servir en el Ejército de Ocupación en Francia, el Conde de Monkforde regresó a Inglaterra. El panorama no podía ser más desolador, pues su casa y su Finca se hallaban empobrecidas y sus recursos eran muy escasos. Linka, una prima lejana del Conde que siempre había vivido en la Mansión también estaba muy preocupada. Como única esperanza, ambos se dedicaron a buscar en la casa, que un día fue un convento, algo que los antiguos residentes pudieran haber dejado .Al final encontraron algo más que un tesoro….