El Tonel de Amontillado
Om bogen
El Tonel de Amontillado de Edgar Allan Poe - El barril de amontillado también conocido como El tonel de amontillado (título original en inglés: ""The Cask of Amontillado""), es un cuento del escritor estadounidense Edgar Allan Poe publicado por primera vez en 1846.
Argumento
En plenos carnavales de alguna ciudad italiana del siglo XIX, Montresor busca a Fortunato con ánimo de vengarse de una pasada humillación. Al hallarlo ebrio, le resulta fácil convencerlo de que lo acompañe a su palazzo con el pretexto de darle a probar un nuevo vino. Lo conduce a las catacumbas de la casa, y allí consuma su venganza.
Análisis
""El barril de amontillado"" es uno de los relatos de la etapa final en la vida de Poe (1846), escrito sólo poco tiempo antes del inicio de su declive definitivo, marcado por la muerte de su mujer, Virginia Clemm, en enero de 1847. Una primera lectura de ""El barril de amontillado"" ya nos revela su perfección narrativa: el autor en ese momento era dueño de todas las herramientas y resortes de su oficio.
Es la historia de una venganza. Nos encontramos, desde luego, a años luz del muchacho genial que había escrito vaporosos poemas románticos en los que retrataba un mundo ideal de palacios encantados y bellísimas heroínas ultraterrenas. El relato está marcado por el humor negro, la punzante ironía, y hasta el sadismo gratuito en la conducta del vengador Montresor.
Por el tema de la venganza, por el personaje del bufón y alguna otra coincidencia, existe otro relato del final de la carrera de Poe que es hermano de éste. Se trata de ""Hop-Frog"", uno de los últimos que escribió, y en el que un Poe ya definitivamente cansado y desairado por la vida y sus penurias, y no poco por sus críticos —aquellos que le criticaban y a los que él mismo había vilipendiado de lo lindo—, se aparta voluntariamente de sus grandes hazañas artísticas e intelectuales —de la invención del relato policial y el de ciencia ficción, de ""El coloquio de Monos y Una"" y ""El poder de las palabras"", con su apabullante metafísica sensible, del admirable muestrario del horror por el horror que representan ""El gato negro"", ""La verdad sobre el caso del señor Valdemar"", ""El pozo y el péndulo"" o ""El corazón delator""—, para entregarse nuevamente, como en ""El barril de amontillado"", a un lamentable, aunque en modo alguno torpe, simulacro de revancha contra el mundo, la única finalmente en su mano.