La huella del dragón
Om bogen
¡Vuela junto a los dragones en esta asombrosa fantasía de Sarah Prineas, autora de la exitosa serie El ladrón mago!
Rafi Bywater no es como los demás. En su pequeña aldea desconfían de él porque pasa demasiado tiempo en una guarida abandonada de dragones. Acusado por un desconocido, el señor Flitch, de llevar «la huella del dragón» Rafi se propone descubrir la verdad sobre los dragones… y sobre sí mismo.
Durante su viaje, Rafi se hace amigo de una joven científica de gran talento, Maud, que también tiene secretos, y con quien se embarca en la búsqueda de los dragones. A la vez que escapan juntos de un peligroso cazadragones, se ven envueltos en una persecución de coches a vapor y averiguan qué quiere de verdad de Rafi el señor Flitch. Ah, y a los dragones sí que los encuentran.«—El mundo está cambiando, Rafi —respondió—. Con tanta fábrica, tanto motor de vapor y tanta carretera, no queda sitio para los dragones.
Quizá el de Barrow ya no esté. —Inspeccionó la pezuña de la oveja—. Ya puedes soltarla — dijo y se levantó.
—Hay quien dice —siguió explicando Shar— que lo único que hacían los dragones era robar. En Skarth se cuenta que cada dragón roba y acumula cosas diferentes, como joyas, coronas o princesas.
—Se agachó a recoger su cayado—. Hay quien dice que estamos mejor sin dragones.
—¿Y a ti qué te parece? —pregunté.
Se giró a mirar la cumbre más alta, donde había vivido el dragón.
Volvía a tener los ojos vidriosos.
—Ah, Rafi… Es que el dragón era tan bonito cuando volaba… Se lanzaba desde allá arriba, y al desplegar las alas se oía una especie de trueno. Después se levantaba el viento, y el dragón empezaba a dar vueltas con las escamas alumbradas por el sol. Nuestro dragón era más azul que el cielo y brillaba al volar. —Sacudió la cabeza, y enfocó la vista—. Peligroso lo era, no te queda duda, pero montaba guardia en las montañas y velaba por nosotros. Era nuestro protector».
«Un cuento de aventuras y dragones, con un final emocionantísimo».
Kirkus Reviews