Brianna Fairchild era una encantadora empresaria que se dedicaba a organizar bodas. Se pasaba los días atareada con vestidos de novia, ramos de flores y banquetes de boda... ¡pero de otras mujeres!
Entonces apareció Spencer Lockhart y, aunque se mostraba muy reacio a las bodas y afirmaba que casarse era una tontería, Brianna tenía esperanzas de que cambiara de opinión. Ella nunca se rendía cuando se proponía algo... ¡y tal vez tuviera que acabar solicitando los servicios de su propia empresa!